GIN-FIZZ, S.A.: octubre 2006

Si, en esta foto puede que mi cara denote signos de palito, pero esa no es la causa de su publicacion. Los motivos pueden no ser tan aparentes, pero de ningun modo podrian haber pasado inadvertidos ante mis ojos... Debeis profundizar un poco en la imagen, mirar mas alla... ¡ALTO! No tan alla... Solo un poco... ¡AHI! ¡justo en medio! Fijaros en la mirada perdida del -sigamos llamandole- Señor E... ¿Hacia donde mira? ¿Que opinais? ¿No creeis que estudia detenidamente el escote de la Señorita -llamemosla- dulce y adorable?

Ahora empieza la historia...

"Bien sabido es, que la señorita dulce y adorable tiempo llevaba tras los rizos del señor E... oscuros como el ebano, penetrantes como el aroma, sensuales como una caricia... Sin embargo, a pesar de tan estrecha amistad y fuertes lazos entre ambos, ella jamas tubo el valor suficiente para confesar su amor. Una noche todo cambio. El cielo, acicalado con brillantes luceros y liderado por una vistosa luna llena, presagiaba intensos sentimientos... Durante el transcurso de la velada, el apuesto principe no consiguio apartar sus ojos de ella, procurando ser el centro de sus miradas y colmandola de atenciones.

Pero el señor E fracaso en paciencia, y ante las inseguridades y timidos coqueteos de la muchacha opto por poner en practica algun tipo de 'estrategia'... La deseaba fervientemente... No podia esperar...

Resulto que se acerco una vieja amiga y fiel seguidora del conquistador. 'Es mi oportunidad', penso, 'deberia ejecutar mi plan, pero... ¿estoy seguro de que es una buena idea? [...]'...

Mientras el Señor E tomaba una decision presumiblemente irreversible, una voz rompio el estremecedor silencio que envolvia la noche.
'¡¡¡NOOOOOOOOO!!!', grito la señorita dulce y adorable. Entendio la mujer, en ese preciso instante, que su frialdad y negatividad habian provocado en su amado, una perdida de interes impensable minutos antes...

'Hombres', penso desolada, '¿Que cabia esperar de ellos?' . 'El parecia diferente', lamento.
La tristeza se apodero de su alma. Sus manos, engarrotadas. Su piel, palida. Su sangre, helada. Su cuerpo, inerte. El sentir del mar arrastrando de la orilla sus sueños, llevandoselos para siempre, alejandose, enterrandose en la nada.
Cual pequeña e inexperta criatura al abandonar su madriguera. Prematuro ser. Ignorante de la tierra. Expuesto al peligro. Condenado a su suerte.

Gran fortuna... El vinculo celestial de su mutuo amor advirtio al señor E de la angustia de su amada. El sentimiento de culpa invadio su cuerpo. '¡Miserable!', se dijo. '¡Cobarde!', repitio. '¡Presuntuoso!', susurro. '¡¡Casquivano!!', grito.

Angustia. Dolor. Anhelo. Desconsuelo.

La agonia paso a ser ansiedad. La ansiedad se transformo en deseo de enmienda. El deseo de enmienda en necesidad. Y la necesidad se convirtio en obsesion.

Grandes sacrificios los que hubo de hacer el Señor E... Pero valio la pena. Ella lo merecia. Unica y radiante entre las mas exclusivas piedras preciosas. Ella. Solo ella.

Los amantes lograron combatir sus diferencias. Largo, y ceñido a la vez, fue el dialogo. Años de sentimientos plasmados en palabras en una sola noche. Con los primeros rayos del alba, la tempestad cedio. El vendabal amaino. Las nubes se alejaron. La oscuridad se disipo.

Y al amanecer salio el sol. Ajenos al dolor. Hubo paz. Y triunfo el amor."